Acabo de terminar el maravilloso y desafiante libro de Junior Zapata llamado "La Generación Emergente", es un libro increible y revelador escrito desde una perspectiva latinomericana, al correr por sus paginas no pude dejar de sentir dolor en muchos momentos al ver descubierta nuestra falta de amor y preocupacion por la generacion de hoy. El capitulo sobre la cultura se ha convertido en uno de mis favoritos y les quiero compartir un pasaje del mismo que espero los anime a comprar rapidamente el libro.
"No es fácil entender la mente del creativo y la vida del bohemio. Por naturaleza, ellos y ellas no piensan como el resto de la gente porque miran el mundo diferente, lo juzgan diferente. La manera en que generalmente los cristianos en Latinoamerica juzgamos al mundo, nuestra cosmovisión, esta muy limitada a las costumbres regionales adaptadas de misioneros extranjeros. Estas costumbres, a través de los años, han pasado a formar parte de nuestras formas tradicionales de pensar y por ende hemos permitido que se establezcan como principios. No son cosas necesariamente malas, pero tampoco son inmutables.
Entonces juzgamos mal a estos jóvenes que tienen una tendencia a expresarse diferente porque no caben en nuestro molde. ¿Y cómo van a caber si nuestro molde fue hecho para otro tipo de personas? Este fue hecho para nosotros. Nuestro molde fue hecho para gente con otras necesidades y con otras habilidades diferentes a las de aquellos que tienen mente artística.
No es fácil entender al verdadero artista. Ellos por lo general son criticones, sarcásticos y un tanto subversivos. No tienen exactamente el perfil al que la Iglesia está acostumbrada por tradición. En el cuerpo de Cristo yo me atrevería a decir que son, no el apéndice, como los hemos tratado, sino mas bien los ojos. Permiten que entre al cuerpo una luz que tal vez no sabiamos que estaba allí, porque el artista tienen la habilidad dada por Dios de ver más de la realidad, más del gran panorama que Dios creó. No estoy diciendo que ven "otra" realidad u "otro" gran panorama. Realidad solo hay una, la que Dios creó. Pero los ojos del cuerpo de Cristo, los artistas, nos permiten ver más allá de lo que podemos percibir con nuestros sentidos.
Y como no los entendemos, muchos de nuestros artistas crecen en el anonimato y la soledad. algunos simplemente ceden y se acomodan a la pequeña cultura organizacional que tenemos en nuestras Iglesias. Se adaptan a nuestro esquema, al que llamamos "lo que un cristiano es", pero que no se encuentra en la Biblia. A otros que no quieren ceder debido a la pasión que tienen por expresarse de formas no convencionales, los etiquetamos de rebeldes, y al apartarnos de ellos, se apartan de nosotros en soledad hasta encontrar dónde puedan encajar con sus estilos de vida que no están en desacuerdo con la Biblia, sino que solo son contrarios a las costumbres de una cultura o una Iglesia. En tal caso, la Iglesia de Cristo pierde. Pierden ellos. Pierde la obra. Todos perdemos"
Por Francis Castañeda
Director Instituto Allegro
Lima - Peru
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